ROBOS EN PALERMO Y BELGRANO, ZONAS LIBERADAS PARA LOS TRAPITOS
Los vecinos de los barrios de Belgrano y Palermo afirmaron que cada vez son más los robos a autos y comercios asociados a trapitos.
Buenos Aires, 14 de junio de 2019
Por Felipe Zurbano y Camila Valderrey
La zona de Plaza Serrano en Palermo y la de Plaza Noruega en Belgrano son verdaderas zonas liberadas para los robos de autos que quedan estacionados y que los trapitos abren forzando cerraduras o rompiendo vidrios. Además, uno de los informes realizados por la asociación Defendamos Buenos Aires, denunció que los cuidacoches están “fuera de control” en esos barrios, donde han comenzado a robar en negocios.
Los datos se conocieron en el marco de un estudio conjunto de la organización no gubernamental Defendamos Buenos Aires y el estudio especializado Miglino y Abogados. La investigación fue llevada a cabo por los 144 colaboradores de la entidad de bien público en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Un informe de la asociación demostró que entre diciembre de 2016 y enero 2017, hubo 24 robos en Palermo y 12 en Belgrano, todos realizados por trapitos que están desde hace tiempo en las calles Fitz Roy, Costa Rica, Humboldt, Honduras, Jorge Luis Borges y otras, tanto en la zona de Palermo Hollywood como en Palermo Soho. Y en las calles Ciudad de la Paz entre Monroe y Juramento, Blanco Encalada y Vuelta de Obligado, Olazabal y Vuelta de Obligado, Roosevelt entre 11 de Septiembre y Montañeses y otras, en Belgrano.
Miglino, el titular de la organización, explicó el modus operandi e indicó que, en un primer momento, los trapitos ofician como estacionadores. "Una vez visualizada la víctima, sea un auto de alta gama, una camioneta 4x4 o un vehículo repleto de chicos, se acerca uno de estos delincuentes e invita a dejar el coche en un lugar alejado o carente de luz, sobre todo luego de las 19 horas", contó el especialista. Además, cuando el futuro damnificado deja el auto, el trapito no pide retribución y saluda con tono agradable. Si el vehículo no recibe accionamiento de alarma está perdido, ya que al rato aparecen dos o tres cuidacoches más que intentan abrir las puertas de los automóviles con un alambre y si no pueden, directamente rompen el cristal de una ventana y roban todo lo que esté a la mano.
Junto con los informes realizados por Defendamos Buenos Aires, los vecinos de los barrios de Belgrano y Palermo también indicaron que cada vez son más los robos asociados a trapitos. Los cuidacoches simulan trabajar en la vía pública, cuando en realidad asaltan a los automovilistas, siendo este un problema de delincuencia y en muchas ocasiones, de violencia y agresiones.